Hace tiempo aprendí que el ser verdaderamente familia y tener verdaderos amigos es algo que la mayoría de las veces se limita a muy pocos. Lo que hace muy importante pertenecer a un gupo de apoyo que se convierte en tu familia extendida. Cuando mi madre enfermó de cáncer, mi vida sufrió muchos cambios, pero mi niña al igual que mi madre, estaba dentro de mis prioridades. Gracias a esa experiencia supe que muy pocas personas entendían lo que hacemos como familia y me llevó a la realidad de que ni los familiares más cercanos apoyaban evidentemente (no verbalmente) nuestro estilo educativo.
Nuestro estilo educativo esta unido a nuestro estilo de vida. Opino que no estamos fragmentadas. Eso de que separo mi trabajo, de mi familia, en mi humilde opinión no es realidad; porque mientras cocino, verifico los emails (para corroborar el envio de un libro que pedí para hacer el proyecto de la feria científica); le hago saber a mi niña que pronto le revisaré su trabajo, llamo a mi marido, pongo en espera la llamada de una compañera del grupo de apoyo (Cooperativa De Educadores En El Hogar) que me llamó mientras hablaba con mi esposo y planifico con ella nuestra próxima actividad. Cuelgo para llamar al banco, para pagar la hipoteca (que por cierto me recuerda que necesito generar más ingresos y que podría estar ganandome más dinero si trabajara fuera, pero como sé que esta educación es la mejor para mi niña, vuelvo a pensar en los ajustes que tengo que hacer en la economía del hogar); regreso donde mi niña, repasamos una lectura; hecho la ropa en la secadora y todo esto con la cara pintada, porque antes de todo al hada de mi vida (mi hija-estudiante) se le ocurrió que para aprender mejor sobre el Sistema Solar teníamos que estar disfrazadas, ella de astronauta y yo de una marciana con cara verde incluída.
Historia de la educación en el hogar:
El surgimiento de la educación obligatoria
La educación obligatoria más antigua comenzó en occidente a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII en los estados alemanes de Gotha, Heidelheim, Calemberg y, particularmente, Prusia.[1] En los Estados Unidos, el primer estado en aprobar una ley de educación obligatoria fue Massachusetts, en 1789,[1] siendo en 1852 cuando se estableció un verdadero "sistema moderno de educación obligatoria estatal". Durante este período lo usual era que la mayoría los padres utilizasen libros destinados a la educación en el hogar (si leyeron bien, este estilo educativo sirvió de inspiración desde el principio) tales como Fireside Education de Griswold, 1828, o Helps to Education In The Homes Of Our Countries, de Burton y Warren, 1863; o usar los servicios de maestros itinerantes, en la medida que los medios y la oportunidad lo permitiesen.[2] Después que Massachusetts impusiera su sistema, otros estados comenzaron a hacer obligatoria la asistencia a las escuelas, pero hacia 1912, A.A. Berle de la Universidad Tufts afirmaba que los previos veinte años de educación masiva había sido un fracaso y que cientos de padres le habían consultado cómo podían educar a sus hijos en casa.
Comienzos de la moderna educación en el hogar:
A comienzos de la década de 1970, las premisas y la eficacia de la educación obligatoria fue cuestionada mediante la publicación de libros tales como Deschooling Society de Iván Illich, 1970 y No More Public School de Harold Bennet, 1972. Estas ideas hallaron cabida en el reformador escolar John Caldwell Holt quién escribió en 1976 Instead of Education: Ways To Help People Do Things Better. Después de la publicación del libro, Holt fue contactado por familias de todo EEUU que habían tomado la decisión de educar a sus hijos en casa. A partir de entonces, Holt comenzó la publicación de una revista dedicada a la educación en el hogar llamada Growing Without Schooling.[2]Casi simultáneamente, en la segunda mitad de la década de los años setenta, los educadores Ray y Dorothy Moore comenzaron a documentar y publicar los resultados de su investigación sobre la optimización educativa en niños, cuyo hallazgo principal fue que los niños no deberían entrar en el sistema educativo formal hasta no tener al menos diez años de edad, para así obtener resultados educativos y sociales óptimos. Los Moore también adoptaron la educación en el hogar y se convirtieron en propulsores del sistema a través de la publicación de libros como Better Late Than Early, 1975 y Home Grown Kids, 1984.[2]
La filosofía básica de John Holt acerca de la educación es bien simple: "Básicamente... el animal humano es un animal de aprendizaje; nos gusta aprender; somos buenos en eso; no es necesario que se nos muestre cómo hacerlo. Lo que mata el proceso es la gente que interfiere con él o trata de regularlo o controlarlo."[1] No hubo mucha distancia desde esto hasta llegar a la Educación en el Hogar, y Holt dijo más tarde, en 1980, "Yo quiero dejar claro que no veo la Educación en el Hogar como un tipo de respuesta a lo deficiente de las escuelas. Yo creo que el hogar es la base adecuada para la exploración del mundo que entendemos como aprendizaje o educación. El hogar sería la mejor base no importando cuan buenas sean las escuelas".[2] Holt.